Historias de mi Polo

Hay muchas razones para ser fan del Polo

Durante cuarenta años, varias generaciones han podido compartir sus vivencias más importantes junto a un Polo. No es de extrañar que un coche como el nuestro tenga su propio club de fans. Su presidente, Christian Jiménez, nos cuenta su historia.

El Club Volkswagen Polo España nació en el año 2005 gracias a Juan Martínez, un apasionado del automóvil y de la informática, que además fue creador de la primera página web de la asociación (clubvwpolo.es). Este año 2015 celebra su décimo aniversario con numerosos cambios, con el lanzamiento de su nueva web, que cuenta con más de 3.500 usuarios, y con sus más de 1.200 seguidores en Facebook, repartidos en su mayoría por toda la geografía española, pero también procedentes del país vecino Portugal, resto de Europa y Latinoamérica. Su presidente actual, Christian Jiménez, un apasionado del Polo, como no podía ser de otra manera, ha hablado con nosotros para contarnos más cosas sobre el club que preside y su propia experiencia con nuestro modelo.

¿Por qué un club del Polo?
—El club nació con un objetivo claro, ser el mayor punto de reunión e información del Volkswagen Polo en España. Objetivo que con 300.000 mensajes y más de 13.000 temas publicados podemos dar por cumplido. No obstante queremos seguir mejorando la página web, realizando un mayor número de concentraciones para los aficionados y siendo parte activa de la escena automovilística nacional.

También hay clubes Polo en otros países. ¿Conoce en cuáles?
—¡Sería más fácil responder en qué otros países no hay clubes del Polo! Nosotros hemos tenido contacto personal con una comunidad muy importante portuguesa. Y por vía web hemos contactado con clubes del Volkswagen Polo en Argentina o Inglaterra.

¿Qué tiene este modelo para tener tantos fans?
—Hay muchas razones para ser fan del Polo. Yo destacaría tres. Primero, que es un producto 100% español y eso enorgullece a cualquiera. Segundo, por su fiabilidad: es bonito ver aún por las carreteras viejos Polo, en muchos casos maltratados, que siguen haciendo kilómetros como el primer día. Y, tercero, y más importante, por sus versiones más deportivas. Para los aficionados del motor es un placer seguir disfrutando de los viejos G40, (115CV)  GTI 125 CV, GTI 150 CV. Son estos modelos los que crean cantera y se convierten en leyendas.

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De todo lo que comenta, ¿qué destacaría del Polo?
—Una de las cosas más agraciadas del Polo es su diseño joven pero maduro, por el que los años pasan más despacio que en el resto de la competencia. ¡Quién diría que mi antiguo Polo va a cumplir 17 años!

Usted es presidente en funciones de esta asociación desde hace 2 años. ¿Por qué este interés como miembro y como gestor?
—Hay tres cosas esenciales que hacen que el equipo de administración y yo sigamos trabajando con la misma ilusión con la que comenzamos. La primera es nuestra pasión por el motor, nos encanta todo lo que desprenda olor a gasolina; la segunda es la gran cantidad de personas que conoces, con las cuales llegas a estrechar auténticos lazos de amistad; y la última son las ganas de seguir aprendiendo y compartiendo conocimientos.

Usted ha destacado que es un orgullo que un coche como el Polo, de esa calidad, sea cien por cien de producción española. Como sabe, se realiza en nuestra fábrica de Pamplona.
—Hemos tenido el privilegio de visitar vuestra planta en un par de ocasiones y de conocer a muchas de las personas que allí trabajan. Solo podemos agradecer a todas las personas que trabajan en Landaben su mismo entusiasmo por el Volkswagen Polo, su dedicación y su ilusión por compartirlo con nosotros, en especial a José María Barandalla, del departamento de Calidad, que aunque sé que no le gusta que le nombre, lleva haciendo de lazo de unión y ayudándonos con el Club desde los comienzos.