El pasado 24 de mayo, Pepe Rodríguez, miembro del jurado del programa de televisión ‘MasterChef’, visitó las instalaciones de Volkswagen Navarra con motivo del décimo aniversario de nuestro comedor. Durante su estancia en nuestra planta recordó que “los niveles de satisfacción en una empresa también tienen que ver con cómo se come en la empresa” y calificó la oferta del menú del día de nuestro comedor como “imbatible”. Además, Rodríguez no dudó un instante a la hora de remarcar las similitudes existentes entre el trabajo que se desarrolla en una fábrica y en una cocina, y subrayó la importancia que posee llevar una dieta variada y equilibrada para ofrecer un buen rendimiento en la vida profesional.

¿Alguna vez había visitado una fábrica de coches? ¿Qué impresión le ha causado?

-Nunca había visto una cadena de montaje, sólo en televisión, y me parece impresionante. A gran escala recuerdo haber estado en una fábrica de ruedas, que forman parte de un coche, pero es la primera vez que visito una fábrica de coches. Producir un coche cada minuto me parece una barbaridad, una cifra que habla por sí sola.

¿Qué coche conduce habitualmente?

-Tengo un Volkswagen Golf GTI desde hace 15 años. Me han echado la bronca porque ya debería haberlo cambiado por otro nuevo (entre risas), pero es el problema de tener un coche bueno y que dure tanto. No hago demasiados kilómetros en mi pueblo, y la verdad es que me da un poco de pereza cambiarlo para lo poco que lo uso. ¡Además el coche va tan bien! Estoy encantado con mi Golf GTI, lo he disfrutado un montón. Ahora ya tiene más años y se va notando, pero cuando lo compré era una pasada, con faros de xenón, con asientos Recaro, porque era una edición deportiva, con llantas bajas… Un coche muy bonito.

En su visita a los talleres de Volkswagen Navarra habrá apreciado un trabajo organizado, secuenciado, en cadena, con un paso detrás de otro y siempre respetando el tiempo de cada uno de los tactos. ¿Aprecia similitudes con el trabajo y la organización que existe en la cocina de un restaurante?

-Es igual. Yo tengo un restaurante de alta cocina, pero producimos en cadena. Primero hay un grupo que está pensando qué vamos a diseñar, y luego hay que llevarlo a ejecución y a producción. Todos funcionamos como una cadena en la que no te puedes saltar nada. En cuanto hay un fallo, las cosas no van bien. Hay mucho en común con una cadena de producción de coches.

Volkswagen Navarra tiene muy presente, en todos los procesos, la fortaleza y la importancia del trabajo en equipo, tanto en la labor que se desarrolla dentro de un departamento concreto como entre las propias áreas. ¿Ocurre lo mismo en un restaurante?

-Cada vez más, y eso que los restaurantes hemos tardado en darnos cuenta de esto. Parecía que la sala funcionaba por un lado, la cocina por el suyo… Pero al final te das cuenta de que en una empresa el equipo es fundamental. Tendremos un gran restaurante si tenemos un gran equipo. Yo también tardé en darme cuenta de esto. Venía de un restaurante familiar que abrieron mis padres y recuerdo que cuando mi madre se ponía mala teníamos que cerrar el restaurante. Ahora, con 18 personas en la cocina, si yo me pongo malo no tengo ningún problema. Hay que tener un equipo. Incluso los periodistas gastronómicos han tardado en entenderlo. Suelen decir “es que el cocinero no está en la cocina”, el cocinero tiene que hacer muchas más cosas que hacer la tortilla. Hasta ese momento de hacer la tortilla hay que hacer muchas cosas más. En el propio programa ‘Masterchef’ hacemos pruebas por equipos. Es fundamental entender que cuando un equipo funciona bien la comida sale mejor.

¿Qué opinión le merece que una empresa como Volkswagen Navarra cuente con un comedor abierto durante 4 horas al día y que proponga todos los días menús variados y equilibrados?

-Es importante. Los niveles de satisfacción en una empresa también tienen que ver con cómo se come en la empresa. Si la gente come bien y está satisfecha con la comida, influye en el trabajo. Las empresas tienen que seguir dando pasos en este sentido, y ojo con apretar los precios. Si queremos comer muy bien hay que gastar un poco más. Hay que tener presente que la alimentación redundará en la salud de los trabajadores y las empresas tienen que hacer ese esfuerzo.

En Volkswagen Navarra hablamos de un menú completo para el trabajador (primer plato, segundo plato, postre, pan y bebida) por 3,30 euros, gracias a la aportación que realiza la empresa.

-Es un precio imbatible. Ni en tu casa vas a comer así, porque no tendrás capacidad de llegar a ese precio final. Si te lo están dando hecho, en tu trabajo, con una calidad media-alta, me parece que la empresa está haciendo un esfuerzo importante. Es de valorar.

¿Qué no debe faltar en la dieta de un trabajador?

-No es lo mismo el trabajo que puede desarrollar una persona sentada en una silla en una oficina que la que tiene una labor con más carga física. Aquí se piensa en todos, pero es verdad que la dieta tiene que tener un aporte de hidratos, de calorías, de grasa, de vitaminas… Tienen que ser menús compensados, con nutricionistas que trabajen en ellos. Pero más allá de eso, hay que seguir dando importancia a lo que siempre ha sido la comida española, con legumbres, pescados, aceite de oliva, ensaladas y hortalizas, y teniendo interés por las carnes y las frutas. Hay que seguir haciendo menús variados y con una dieta rica.

Antiguamente se decía que “tripas andan piernas”. ¿Qué importancia posee la alimentación en el rendimiento de una persona?

-Somos lo que comemos. Es realmente importante alimentarse bien. No hay productos milagrosos, pero cuanto mejor comas, mejor rendirás, y además redundará en un futuro en favorecer que no aparezcan enfermedades. Esto lo tendríamos que tener todos muy claro. Es lo que nos hace tener energía y ser positivos. Hay que hacer hincapié en alimentarnos correctamente.