Compromisos

“La empresa tiene que tener siempre presente su impacto ambiental, asumirlo y trabajar para reducirlo”

Entre 2010 y 2016 Volkswagen Navarra ha alcanzado un ahorro medio del 24,4% en cinco indicadores ambientales: el consumo de energía (11,8%), el consumo de agua (10,4%), las emisiones de CO2 (17,3%), la emisión de disolventes (46,3%) y la generación de residuos no recuperables (36,4%), situándose, con dos años de antelación, a sólo seis décimas del objetivo del 25% fijado para el año 2018.

Ana Moreno, responsable de Medio Ambiente en Volkswagen Navarra, nos cuenta el trabajo que ha desarrollado la fábrica en este apartado desde 2010, cuando la planta se adhirió a la estrategia Volkswagen de sostenibilidad y respeto al medio ambiente para sus centros de producción Think Blue. Factory.

 ¿Cómo valoras la reducción del 24,4% conseguida entre 2010 y 2016?

Cuando en 2010 nos dijeron que todas las fábricas de la marca Volkswagen teníamos que conseguir esta reducción, el primer paso fue hacer una comparativa, para saber dónde nos encontrábamos respecto al resto de centros de producción. Tuvimos la gran satisfacción de ver que estábamos en las mejores posiciones en todos los indicadores, pero esa primera impresión tan positiva también conllevaba un reto: conseguir una reducción del 25% partiendo de una situación mejor que la que tenían la mayoría de las fábricas. Por eso, es muy meritorio haber alcanzado el 24,4%, pero sobre todo porque lo hemos hecho partiendo de unos valores realmente buenos.

¿Qué importancia posee el trabajo en equipo en la consecución de estas cifras?

Tiene una importancia total. De hecho, diría que es imprescindible. A mediados de los años noventa se creó una estructura de medio ambiente con un delegado ambiental (una figura que existe en todas las fábricas del Grupo Volkswagen), y un experto o coordinador ambiental por cada una de las áreas de la fábrica. Durante los primeros años se identificaba a estas personas como los “responsables de medio ambiente”, pero poco a poco estas personas han pasado a ser los “transmisores de responsabilidades de medio ambiente”. Esta evolución, que se ha ido consolidando a través de los años, ha tenido una última fase en la que la propia dirección (con directores, gerentes…) también se ha consolidado como un motor importante en los temas ambientales, jugando un papel preponderante. En este sentido, tenemos claro que es vital contar con la implicación de todos, desde el director hasta la última persona que entra a trabajar en Volkswagen Navarra. La mentalidad en la sociedad está cambiando y en la industria es todavía más palpable. Nuestras actuaciones tienen un sustrato legal muy importante, pero también un componente de responsabilidad dentro de la RSC. Primero hay que cumplir la ley, pero es que además la empresa tiene que tener siempre presente su impacto ambiental, asumirlo y trabajar para reducirlo.

Dentro de las cifras del periodo 2010-2016 destaca de manera notable la reducción del 46,3% en la emisión de disolventes. ¿Qué trabajo se ha realizado en Pintura?

Es un indicador especial, porque está muy limitado a las personas y a las instalaciones que manejan disolventes. En Pintura tenemos unas instalaciones muy avanzadas y al principio, con esas instalaciones, no vimos que pudiéramos tener demasiado margen de mejora. Sin embargo, en los últimos años el personal de Pintura ha tenido ideas realmente buenas que han permitido conseguir estas reducciones. En este caso concreto, el factor humano ha sido clave, y ha demostrado que, en ocasiones, las ideas de las personas y las buenas prácticas que se consiguen desarrollar tienen más importancia para minimizar el impacto ambiental que las propias instalaciones. Una tecnología sin la contribución humana no puede conseguir los mismos resultados.

Quedan dos años para cerrar el periodo 2010-2018. ¿Está Volkswagen Navarra en condiciones de alcanzar el objetivo del 25%?

Vamos a hacer todo lo posible para alcanzarlo. Hay un indicador, como es el de la generación de residuos, en el que sería extraordinario encontrar más soluciones externas en los próximos años. Hay que tener en cuenta que nosotros sacamos una serie de residuos de la fábrica que se tienen que gestionar en el exterior. Entonces, dependiendo de las tecnologías que ofrezca la infraestructura ubicada en el entorno, vamos a tener la posibilidad de dedicarlos al reciclaje o no. En este sentido, necesitamos medidas externas que nos puedan ayudar. Por ejemplo, sería muy bueno contar con más complicidad de la marca Volkswagen, que al igual que tiene capacidad para promover investigaciones en temas como el combustible, también podría realizarlas en temas ambientales vinculados a la producción.

Más allá de los cinco indicadores, ¿crees que el trabajo realizado desde 2010 ha permitido asentar una cultura ambiental en la plantilla de Volkswagen Navarra?

Sí, sin duda. Para ello ha sido clave toda la parte de comunicación y visibilidad que ha aportado la estrategia Think Blue. Hasta hace unos años el medio ambiente era un tema más oculto dentro de la organización y en la sociedad. Ante esta realidad, todo lo que conlleva la estrategia Think Blue. ha permitido dar un gran salto en visibilidad. Se ha trabajado mucho en la comunicación y en mostrar a toda la plantilla la importancia que posee el cuidado del medio ambiente.