Norbey Celemín jamás imaginó que ganaría el concurso de selfis de la presentación del nuevo Polo en Baluarte. Él y su familia pudieron disfrutar desde el viernes, 16 de febrero, a las 13.30 horas, hasta el lunes, día 19, a la misma hora, de un nuevo Polo GTI con el depósito lleno y sin límite de kilómetros.
¿Cómo te comunicaron la sorpresa?
—Me llamaron y me dijeron: “Norbey, ¿te has enterado?”. No supe qué esperar. Cuando me comunicaron que éramos los ganadores del concurso, no me lo podía creer. Estaba con mi esposa, María, y nos invadió la alegría. Nuestros hijos (Carolina, de 6 años, y Norbey, de 9) también se pusieron muy contentos.
¿Qué recuerdas de la presentación del nuevo Polo en Baluarte?
—Recuerdo que nos hicimos unas cuantas fotos en el ‘photocall’ y luego mis hijos se divirtieron en las actividades infantiles. También recorrimos la exposición de coches y me hizo mucha ilusión poder explicarles cuáles son las partes del vehículo con las que trabajo en el taller de Motores. Pasamos un buen día.
¿Habías conducido antes un Polo?
—Cuando era más joven tuve precisamente un Polo GTI, pero más antiguo. Nada que ver con el que nos cedió Volkswagen Navarra por el premio.
¿Cómo era el coche que os prestaron?
—Para empezar, era automático. Tenía ganas de vivir la experiencia de conducir un coche así. El que nos dejaron era de color blanco, precioso. Estaba muy bien equipado.
¿Qué es lo que más te sorprendió?
—Conduciendo me sentía muy cómodo y muy seguro. Tiene muy buenos sistemas que favorecen a la conducción. Sus terminaciones interiores, su apariencia exterior… Es un coche que lo mires por donde lo mires, te enamora. Mis hijos ya lo echan de menos (ríe). Es un coche perfecto para la ciudad.
¿A dónde fuiste nada más cogerlo?
—Fui a recoger a mi mujer, que tenía una reunión de trabajo en el Auditorio Barañain. Lo aparqué cerca de la puerta para que lo viese nada más salir. Sus compañeras creyeron que lo habíamos comprado. Al principio, bromeé y les dije que había sido el regalo de San Valentín de mi mujer (ríe), pero luego les conté que era un premio por resultar ganadores del concurso.
¿Qué es lo que más le gustó a ella?
—Alucinó con el coche, sobre todo con los asientos calefactables.
¿Y a tus hijos?
—El techo panorámico y la cámara trasera. No paraban de pedirme que pusiera la marcha atrás para verlo en la pantalla.
¿Cómo reaccionaron ellos al verlo?
—Fui a recogerlos al colegio con el Polo GTI. El mayor, Norbey, estaba esperando en la puerta con un grupo de amigos de clase. A todos les gustó mucho.
¿Qué hicisteis el sábado?
—Nos fuimos a comer por Pamplona y luego a comprar a un centro comercial. Cuando bajé las bolsas al coche, me fijé que había tres chicos haciéndose fotos con él. Uno, muy gracioso, me dijo que a ver si yo también me acercaba para hacerme una foto (ríe).
¿Tienes alguna otra anécdota?
—Sí. El domingo fui a recoger a mi mujer al trabajo y nada más bajarme del GTI pasó un chico y me dijo: “Qué guapo el coche”. Sin duda, llama la atención. Mis compañeros tampoco se podían creer que me hubiesen prestado el nuevo Polo GTI, no podían dejar de mirarlo. Mis hermanos lo mismo, les encantó.
¿Cómo valoras la experiencia?
—Se nos hizo corto el fin de semana, porque trabajábamos y solo pudimos pasear por Pamplona y alrededores. Pero, sin duda, ha sido una experiencia buenísima. Tanto por el buen trato del personal de la fábrica, que hasta me explicaron al detalle todas las funciones que tenía el coche, como por el vehículo en sí mismo. Nos ha hecho mucha ilusión y estamos muy agradecidos por la oportunidad de probar el nuevo Polo GTI.