¿De dónde viene esa pasión por las motos?
—Me han gustado desde siempre, pero mis padres no me dejaron tener una hasta poco antes de independizarme. Con 24 años me compré mi primera moto, una Suzuki Bandit de 400, estilo ‘naked’. Era un concepto muy distinto al que tengo ahora.
¿Con qué modelo ‘quemas’ hoy el asfalto?
—Con una BMW 2 1200 GS, mucho más grande que aquella primera moto, y más adecuada para rutas y viajes, aunque al ser mixta también vale para circuito.
¿Has tenido alguna más?
—Sí, un par más, pero una me la quité con el primer embarazo de mi mujer, y la otra con el segundo. Ya sabes, o los hijos o la moto (ríe). Cuando se hicieron mayores, me compré esta última, en 2013.
¿Compartes afición con muchos de tus compañeros de la fábrica?
—Sí. Cuando pasé a Revisión Final, un día hablando con los compañeros nos dimos cuenta de que varios compartíamos esta pasión. Así que decidimos crear un grupo de ‘WhatsApp’ y nos juntamos a veces hasta 30 personas.
¿Son todos del taller de Montaje?
—No. Estamos compañeros de Montaje, de Pintura y de Chapistería. De Motores no hemos coincidido con nadie, pero sabemos que hay alguno. Vamos descubriendo cada vez a más gente apasionada de las motos y estamos encantados de que se unan.
¿Se podría decir que sois un equipo?
—Sentimiento de grupo hay, pero no estamos conformados como motoclub, eso es más complicado. Lo que sí hicimos hace poco son camisetas en las que aparece la frase “Viajo en moto” con un dibujo de un motorista y una rosa de los vientos. Han quedado muy bien (se puede ver en el centro de la imagen superior).
¿Es fácil coincidir para organizar escapadas?
—Normalmente quedamos unos pocos entre semana para dar una vuelta y tomar un café en alguna zona de Navarra, por ejemplo Roncesvalles, Erro, Isaba… Donde nos apetezca. Es difícil coincidir por los turnos y otras responsabilidades. Los fines de semana nos reunimos más personas y hacemos salidas de un día a otros lugares más lejanos.
¿Acudís a concentraciones de motos?
—Sí, solemos ir a la de Jerez y a la de Alcañiz. La última vez fuimos seis motos a la de Jerez y vino conmigo también mi mujer. Aquí, en Navarra, acudimos a la Navarider desde su primera edición en 2014. A la última asistimos diez personas.
¿Tu mujer también es aficionada?
—Sí, le gusta. Desde hace unos cuatro años dedicamos una semana en verano a viajar en moto los dos solos. Ponemos un punto de llegada fijo y vamos parando por el trayecto cuando nos apetece, a la aventura.
¿Qué destacarías del grupo de motoristas de la fábrica?
—Es un grupo muy variado en cuanto a personas y motos. Por ejemplo, tenemos una motera en el grupo, Eva Iriondo (Revisión Final). No es tan común encontrarse con mujeres aficionadas, pero esperamos que si las hay se unan a nosotros. También suele venir con nosotros un miembro del motoclub 7 de julio, Unai Urra (Montaje), que además colabora en la seguridad de la Marcha Ciclista Solidaria que celebra cada año Volkswagen Navarra.
¿Cuál es tu piloto profesional favorito?
—Pedrosa, sin duda. Aunque algunos me digan que es un segundón (ríe), siempre ha sido y será mi favorito, hasta que se retire.
¿Le has visto alguna vez?
—No. Vi a los hermanos Espargaró y me hice fotos con ellos en Alcañiz. Este año espero ir un día antes, porque te dejan entrar al ‘paddock’ y puedes acercarte a los pilotos. A ver si hay suerte, si consiguiera un autógrafo de Pedrosa sería lo más.
¿Te gusta correr en circuito?
—No lo he hecho nunca porque me da respeto, no miedo. El circuito incita a correr mucho y, aunque haya seguridad, también existe el riesgo. He hecho cursos de conducción segura por carretera en los que te enseñan a pulir manías que vas cogiendo con el tiempo. Me parecen cursos muy interesantes y útiles, hacen que te sientas más seguro viajando por carretera. Los recomiendo. Hay que ser muy consciente de qué y cómo se conduce