‘VolksTroopers’ es el nombre que les aglutina. ‘Volks’ como referencia directa a Volkswagen y Troopers (soldados) como alusión a los stormtroopers, los soldados de asalto del imperio galáctico en las películas de Star Wars, filmes de los que sus miembros son grandes aficionados. Su denominador común es ser propietario y amante de un Volkswagen clásico. Algunos de sus integrantes son trabajadores o extrabajadores de Volkswagen Navarra, otros, sin relación directa con la fábrica.

En total son doce ‘soldados guardianes’ de la galaxia de los vehículos Volkswagen clásicos, anteriores a 1991. Les une su gusto por la marca, por la estética de aquellas décadas y porque estos vehículos constituyen el germen de los actuales automóviles Volkswagen. La suya es una afición romántica por los coches clásicos de la marca, vehículos que caracterizaron una época y que, con una configuración y una mecánica muy alejadas de las actuales, sientan el origen de muchos modelos actuales de Volkswagen que hoy circulan por nuestras carreteras.

En el haber de este grupo de Volkstroopers figuran escarabajos, primeras versiones de Golfs y Polos, Passats, furgonetas Transporter de todas las generaciones (desde T1 a T6) y hasta un Porsche antiguo, “ya que, al fin y al cabo, los de aquella época, son como un Volkswagen con esteroides”, afirma Imanol López Tellería. En representación de la docena de miembros que constituyen ‘VolksTroopers’, Imanol López relata los inicios del grupo de aficionados hace aproximadamente 5 años.

Aunque la asociación no está constituida oficialmente como tal, es cierto que le pusieron nombre para figurar como equipo en las ocasiones que acudían a ‘quedadas’ o concentraciones nacionales e internacionales de Volkswagen clásicos. Una afición lúdica y un espíritu romántico que une a todos sus miembros.

¿Cómo formasteis el grupo de aficionados y propietarios de Volkswagen clásicos de Navarra?

Hace unos 5 años empezamos a juntarnos. A mí, unos amigos me invitaron a ir a una quedada de Volkswagen antiguos con ellos. Yo todavía no tenía ninguno, pero me gustaban y una vez allí había una furgoneta a la venta. Acordé un precio y la compré. Desde entonces hemos ampliado el grupo a unas 12 personas, además de algunas otras menos constantes pero que también vienen y van.

¿Qué tipo de Volkswagen clásicos tenéis?

Hay dos vertientes. Los que tienen vehículos hasta de 1978 (furgonetas Transporter más antiguas y escarabajos), en los que ninguna cosa está donde debería estar, ni el motor, ni el depósito de la gasolina, refrigerados por aire.  Todo está en un lugar diferente al de los coches actuales, a los que estamos acostumbrados. Y luego están los que van desde finales de los 70 hasta 1991, que son los ‘jóvenes antiguos’. Ahí estarían los primeros Golf y Polo, Passat, Transporter más evolucionadas, que son el origen de los actuales modelos del mismo nombre.

¿Por qué pusisteis 1991 como fecha límite de los vehículos?

Porque a partir de 1991 los vehículos dan un cambio importante en cuanto a su fabricación, diseño, mecánica… Empezaba a introducirse la electrónica, un poco en la dirección de los coches actuales.

¿Cuáles son los objetivos de VolksTroopers, como asociación o grupo?

Queremos conservar el derecho a circular por las carreteras con vehículos míticos, como estos coches, que son realmente el inicio de la evolución hacia los actuales coches Volkswagen. Queremos reivindicar este derecho para poder seguir conduciendo estos vehículos por carretera, a pesar de que, en general, no pueden ir a más de 80 o 90 km/h.

A esa velocidad y con esa mecánica, ¿hasta dónde habéis podido desplazaros?

Hemos estado en quedadas y concentraciones en Barcelona, Madrid, Noja y algunos compañeros hasta Normandía, Le Mans (Francia) o en Spa Francorchamps (Bélgica).

¿Cómo es un trayecto de esa distancia con un Volkswagen clásico anterior 1991?

Se trata de otra forma de viajar. Es muy bonito de ver, porque vamos una pequeña caravana de clásicos todos seguidos. Vamos más lento y paramos en sitios que nos gustan a echar un bocadillo o a hacer un picnic. Al ser vehículos clásicos, la gente te saluda al pasar y si tienes algún problema enseguida se acercan y te ayudan, porque, por la mecánica tan básica que tienen, se pueden arreglar con cualquier tipo de herramientas.

Unos coches sin dirección asistida, ni aire acondicionado y sin ningún componente electrónico en su interior. A esto se le llama viajar ‘por amor al arte’. Viajar por el viaje en sí mismo, más que por llegar a un destino.

De origen son coches diseñados en la época de preguerra, anterior a la 2ª Guerra Mundial y fabricados durante la postguerra. Por ejemplo, la T1, la ‘furgo hippie’, es de 1950. El diseño del escarabajo es anterior la Segunda Guerra Mundial. Son vehículos diseñados de forma antigua, pero que a pesar de los años siguen andando. En general, los más antiguos no son vehículos para el día a día, pero pueden servir perfectamente para ir de acampada. Aunque en Latinoamérica el escarabajo se fabricó hasta el 2003, sigue siendo un vehículo de uso diario

Son vehículos que, por sus características tan antiguas, necesitarán bastante mantenimiento.

Tengo compañeros que tienen vehículos de los años 50 o 60 y que continúan conduciéndolos, con un cierto mantenimiento mínimo, tanto en cuanto a mecánica como a elementos más estéticos.

¿Son coches muy delicados?

La dirección no es como la de los coches actuales y si están fríos o demasiado calientes no funcionan bien. El clásico dependes de lo que te diga el coche en cada momento: ahora vete más despacio, ahora para o arréglame esto otro. Es una cuestión más romántica y sentimental, que te obliga a estar atento al coche. Son coches que necesitan mimos. Por eso siempre que salimos a conducirlos tenemos que ir provistos de una caja de herramientas y de varios repuestos imprescindibles. Realmente es otra forma de viajar.

Supongo que en vuestras quedadas sabéis la hora de salida, pero nunca la de llegada.

La de llegada es siempre aproximada. Intentamos quedar con unas horas de antelación sobre el horario previsto. Incluso en una concentración en Noja quedamos la noche anterior para poder estar sin problemas a la mañana siguiente. Y hubo alguno que no llegó porque se le quemaron los frenos. Pero todo se solucionó: llamaron a la grúa, volvieron a Pamplona y cogieron su coche habitual. No se perdieron la concentración. Pero realmente no se puede ir con la hora justa.

¿Puedes describir el perfil de los miembros de VolksTrooper?

Somos personas de entre 28 y 50 años. De todas las profesiones. Empleados y exempleados de Volkswagen, arquitectos, mecánicos, ingenieros… Nos complementamos muy bien a la hora de mantener nuestros coches. Lo que no sabe uno, le ayuda otro. Igual que en las concentraciones.

¿Recuerdas especialmente alguna de las concentraciones a las que hayáis acudido?

Recuerdo la concentración de Volkswagen clásicos que estuvimos en Le mans, en Francia. Allí estábamos cerca de 2.000 Volkswagen de todo el mundo. Fue una pasada porque podíamos meternos y dar vueltas en uno de los circuitos de competición más importantes del mundo. Y aunque en estas concentraciones tan importantes solo permiten registrar vehículos anteriores a 1978, al final nos juntamos miles de coches clásicos, tanto de antes como de después.

Quienes tenéis un vehículo clásico, necesitaréis un gran garaje para tener el antiguo y el coche habitual.

Eso o el coche habitual está condenado a dormir en la calle y el clásico en el garaje con su funda y todo. Y luego nos juntamos para sacarlos del garaje y pasearlos y ponerlos a punto en grupo.