¿Qué es el Panda Raid?
Es un rali amateur que dura ocho días y que se corre todos los años por el desierto de Marruecos. Ya se han organizado once ediciones. Yo participé en la última, el pasado mes de marzo, junto a mi compañero Carlos Olagüe. En total hubo 453 coches, todos ellos Pandas antiguos y algún que otro Marbella.
¿Cómo se desarrolla la prueba?
Realmente la aventura comienza en el circuito del Jarama, en Madrid, donde los coches pasan las inspecciones pertinentes. De ahí ponemos rumbo a Motril, y allí cogemos un barco que, en 6 o 7 horas, nos traslada a Nador, en Marruecos. Luego pasamos al lago Mohamed V, en cuyas inmediaciones pasamos la primera noche. Es una gran experiencia. Los días son bastante calurosos, pero las noches suelen ser frías. Tenemos la cena incluida después de cada etapa y el desayuno antes de cada tramo. Cada uno duerme en su tienda de campaña, en campamentos organizados.
¿Cuántos kilómetros son?
Son unos 3.100 kilómetros de recorrido por Marruecos, y atraviesas de todo, montañas, desiertos, dunas, pueblos, pequeñas ciudades… Es una gran aventura. Cada día tienes que completar la etapa organizada, que suele ser de unos 400 kilómetros. El Panda Raid concluye en Marrakech, con una gran fiesta. Luego hay un tramo de 600 kilómetros que ya tienes que hacer por tu cuenta, sin la organización, hasta Tánger, para volver en barco a Algeciras.
¿Cómo conociste el Panda Raid?
Yo siempre había querido tener un Panda 4×4. Nunca había podido coger uno y al final pude comprar uno de los últimos que fabricaron, en el año 2003. El mío es Fiat Panda y está fabricado en Italia, pero en la aventura hay antiguos SEAT Panda hechos en la fábrica, en Pamplona. Y funcionan muy bien. Al buscar un Panda para comprar, descubrí el Panda Raid y me gustó mucho. Además, pude conocer más Pandas y me compré otro fabricado en 1999, que es el que finalmente he empleado para competir en la prueba y el que he tenido que preparar para ir al desierto. El otro, el del año 2003, lo guardo muy bien cuidado, como una pieza de museo.
¿Cómo preparaste el coche para ir al desierto?
Le puse cubre cárter, cubre depósito, mataburros, barras de led, cámaras online para que la gente pueda seguir el recorrido en vivo, un cuadro interior de relojes para los niveles de aceite y baterías, GPS… Lleva un equipamiento importante y bastante tecnología.
¿Qué tiene el Panda Raid para enganchar a la gente?
Creo que lo mejor es el ambiente que se genera con gente a la que le gusta el motor, la preparación de los coches y el país, que es muy bonito.
¿Se hace relación personal entre los participantes?
Sí, viene gente de un montón de países a hacer el Panda Raid. Gente de Eslovenia, Portugal, Inglaterra, Francia… Entablas conversación con todo el mundo y acabas conociendo a un montón de aficionados al motor y a los Pandas. De hecho, hay un grupo de Whatsapp donde se van incluyendo todos los participantes. Se envían fotos, vídeos, piezas para reparar coches… Es muy útil y te permite mantener el contacto con otros participantes.
Incluso has creado Navarpanda…
Así es. Navarpanda nace con la idea de identificar mi coche entre la cantidad de participantes que hay e intentar agregar a más navarros en el regreso a Panda Raid. Cualquier aficionado a los coches puede sumarse en www.navarpanda.com.
Y además has aprovechado para realizar allí una labor social.
Hay que tener en cuenta que en toda esa zona ves gente muy necesitada, y a cualquier niño pequeño que le das una gorra o un balón le haces feliz. Hemos llevado material escolar, balones, gorras y peluches, y todo gracias a empresas que nos han patrocinado y apoyado. A los compañeros de Volkswagen Navarra les vendí 175 camisetas y con esa aportación compramos y llevamos material escolar para entregar a los niños. Cada participante hace lo que puede. En nuestro caso, estamos muy agradecidos a los colaboradores que nos han apoyado: Volkswagen Navarra, Lever Touch, Knocar, Resercing, QRG Boutique del radioaficionado, Navarra Televisión, Rialzi 4×4, Riskybet y Omegaphoto. Estos dos últimos son compañeros míos en Calidad, Goyo Barrero y Francisco González. Mi agradecimiento es también para los trabajadores de la fábrica que han colaborado (cuyos números de NIS viajan conmigo en el cristal trasero del coche) y para los familiares, amigos, vecinos y radioaficionados que también aportaron su granito de arena.
¿Tienes previsto repetir en 2020? ¿Es una experiencia recomendable?
Voy a repetir seguro. Es una experiencia muy recomendable. Por la prueba en sí, con los coches y toda la afición al motor que se respira, y también por tener la oportunidad de conocer aquello y saber lo que hay allí. Ayuda también a valorar lo que tenemos aquí.