En los primeros cinco meses del año, el porcentaje de vehículos transportados en tren desde la planta alcanza el 46%, frente al 54% del camión. El trayecto al Puerto de Barcelona es el que suma más desplazamientos (16%), seguido por los viajes a Santander (14%), Hendaya (10%) y Portbou, en Girona (6%). “Estos porcentajes dejan la utilización del tren más alta de la historia de Volkswagen Navarra en términos anuales, que hasta 2011 siempre había mantenido una dependencia del camión superior al 60%”, explica Pablo Mendívil Landa, gerente de Programación y Control de la Producción y Distribución.
Estas cifras, históricas para Volkswagen Navarra en el transporte de vehículos, son consecuencia, según expone Mendívil, del “trabajo coordinado que está desarrollando Volkswagen Navarra con ADIF, Renfe y los operadores logísticos”, y de la “firme apuesta por el tren que viene realizando, desde hace años, nuestra fábrica”, sustentada sobre motivaciones de distinto perfil.
Beneficios medioambientales, económicos y organizativos
En primer lugar, Volkswagen Navarra mantiene, a través de la estrategia Think Blue. Factory., un fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente. En este sentido, la utilización del tren frente al camión permite emitir menos CO2 a la atmósfera por vehículo transportado. Francisco Javier Lizarrondo Arbeloa, responsable de Logística Distribución, utiliza un ejemplo que ilustra esta realidad: “En un desplazamiento Pamplona-Wolfsburg (Alemania), cada coche distribuido en tren (en un viaje de 240 unidades) supone la emisión de 25 kilogramos de CO2, mientras que un coche distribuido en camión (en un viaje con 9 unidades) supone la emisión de 220 kilogramos de CO2”.
En segundo lugar, Volkswagen Navarra aprecia en el tren una vía para optimizar recursos y ahorrar, tanto en el aspecto energético como en el aspecto económico. “Hay que tener en cuenta que a mayor distancia de transporte, mayor eficiencia económica ofrece el tren por su capacidad de carga, ya que no podemos olvidar que para trasladar por carretera 240 vehículos (los que suelen ir cargados en un tren) tenemos que poner en funcionamiento 26 camiones”, explica Lizarrondo.
Un tren cargado de Volkswagen Polo, en la planta de Volkswagen Navarra.
Y en tercer lugar, la flexibilidad y la posibilidad de evitar factores externos (obras, tráfico en las carreteras, condiciones adversas de climatología, labores de mantenimiento de las vías…) refuerza la apuesta de Volkswagen Navarra por el tren. “Hay muchos elementos que evitamos con los desplazamientos en tren. Hoy en día tenemos una congestión importante en las carreteras principales y una saturación frecuente en rutas concretas, como pueden ser los desplazamientos por los túneles de Belate y Almandoz”.
Camino por recorrer
Alcanzado este hito histórico en la distribución del Polo, Volkswagen Navarra sigue mirando al futuro con nuevas mejoras en mente, teniendo presente el margen de mejora existente. “Las infraestructuras actuales deben seguir mejorando en los próximos años. En este sentido, evitar el cambio de vía al acceder a Francia aligeraría todo el transporte y seguiría motivando nuestra apuesta por el ferrocarril”, explica Mendívil.
“Hay que tener en cuenta que nosotros exportamos el 91% de nuestra producción anual, por lo que cualquier mejora en la red ferroviaria, y más ante posibles incrementos de producción, sería una excelente noticia. Al mismo tiempo, seguimos trabajando al 100% para optimizar los recursos existentes, y en esa línea vamos a seguir. Por ejemplo, para intentar incrementar la periodicidad de la reunión del Plan de Transportes, que nos aportaría una mayor flexibilidad para programar nuestras salidas por tren, o para conseguir que, progresivamente, los trenes sean más largos, pudiendo transportar, en consecuencia, un mayor número de coches por viaje”, concluye el gerente de Programación y Control de la Producción y Distribución de Volkswagen Navarra.