Hace ya 100 días que Oliver Blume es el presidente del comité ejecutivo de Volkswagen, adicionalmente a su cargo de presidente del comité ejecutivo de Porsche. En esta entrevista habla sobre esta doble función, la fortaleza económica de la empresa y su estilo de dirigir.
Señor Blume, su doble función como jefe del Grupo Volkswagen y de Porsche AG comenzó el 1 de septiembre. Cuatro semanas más tarde comenzó la andadura en la bolsa de Porsche. ¿Cómo de desafiante fueron para usted estos primeros meses?
Un proyecto como este sólo lo vives una vez en la vida. Durante el camino hacia la entrada en bolsa de Porsche en septiembre, estuvimos luchando hasta el último minuto. El director de Finanzas de Porsche Lutz Meschke y yo hemos mantenido todas las conversaciones posibles con los inversores. Esas conversaciones tenían que ser 100% convincentes. El inicio en la bolsa de valores de Fráncfort marcó un día histórico: Porsche AG está de vuelta en la bolsa. En términos de capitalización de mercados, fue la salida a bolsa más grande de Europa. Nos sentimos muy orgullosos de ello.
¿Se normalizó su carga de trabajo en los días y las semanas posteriores?
Sí, la verdad es que sí. Desde octubre trabajo en un estado estable. Ha sido importante que en Volkswagen pude comenzar desde el primer día de lleno, ya que en los años anteriores ya fui también miembro del consejo de dirección. He ganado tiempo adicional, entregando la dirección de producción y medioambiente del Grupo al igual que otros diez mandatos.
¿Cómo está el Grupo actualmente?
Nuestro Grupo goza de grandes fortalezas. Somos financieramente sólidos. El resultado operativo a finales del tercer cuartal es de 17,5 millardos de euros. Hacemos buenos avances en la transición hacia la movilidad eléctrica. Tan sólo para dar un ejemplo: hemos entregado ya más de 500.000 modelos ID. a nuestros clientes. El ID. Buzz tiene el potencial de convertirse en un icono eléctrico. Y Porsche ya ha entregado 100.000 Taycan. La parte de vehículos eléctricos en las entregas totales de todo el Grupo está ya en el siete por ciento. En 2025 estará en alrededor del 20 por ciento. Eso demuestra que nuestras marcas tienen la fuerza del acero. A través de ellos aumentaremos notablemente el atractivo de nuestro Grupo. Con productos atractivos, con calidad y diseño seguiremos entusiasmando a nuestros clientes y así aseguraremos puestos de trabajo.
Usted en su rol se ve como entrenador de jugadores. ¿Cuantos balones ha conseguido ya convertir en goles durante sus primeros 100 días?
El Grupo está progresando a través de una toma de decisiones consistente y una implantación estricta. Para ello he presentado un plan de 10 puntos claro, que establece los objetivos y demuestra comprensiblemente a donde quiero llegar.
Muchos empleados, sobre todo en la central de Wolfsburg, se han sorprendido de que se posponga la introducción de la nueva plataforma SPP y que se vuelva a considerar la nueva fábrica de Warmenau. ¿Hay ya alguna decisión tomada al respecto?
Aún es demasiado pronto para dar una declaración concreta. Actualmente utilizamos la oportunidad de volver a mirar todos los proyectos e inversiones y comprobar su utilidad. Para ello seguimos un calendario claro: primero, juntos tomamos la decisión sobre la hoja de ruta del software adicional y el diseño de las plataformas. Le sigue el desarrollo de la estrategia de productos con proyectos concretos para las diferentes marcas en los años venideros. Estos los organizamos en un plan de ciclos, de los que resultarán las correspondientes ocupaciones de plantas. Pero lo importante es que, con independencia de si el nuevo modelo Trinity se produce en la planta principal o en una fábrica nueva, queremos y demostraremos en Wolfsburg como la necesaria transformación se puede conseguir con ventajas para todos los implicados.
¿Cómo lleva a los empleados con usted en el camino a la transformación?
Queremos revolucionar de forma sostenible la movilidad del mañana. Para esa misión necesitamos expertos y expertas con las capacidades y experiencias más diversas. Aparte del conocimiento específico, la mentalidad correspondiente es cada vez más importante. Los empleados se han de ver como jugadores del equipo y pasárselo bien en la colaboración interdisciplinar. Estas son las características decisivas para el éxito de Volkswagen. Pero eso también quiere decir que tenemos que capacitar a los empleados, seguir aprendiendo de forma individual durante toda la vida. La cualificación juega un gran rol en la transformación. Nuestro objetivo es cualificar a todos los empleados para ejercer nuevas tareas o nuevos puestos de trabajo. Con nuestro propio programa “Fakultät 73“ ya estamos formando nuestros propios desarrolladores de software que necesitamos para la transformación digital. También apoyamos escuelas de programación sin ánimo de lucro como 42 Wolfsburg y 42 Berlin.
Uno tiene la impresión de que con usted también ha llegado una nueva cultura de empresa ¿cómo describiría su estilo de dirigir?
Es importante pensar en oportunidades, se trata de colaboración constructiva. Para mí son esenciales el respeto y la confianza, y lo vivo personalmente. Si todos estamos unidos y apoyamos un mismo objetivo, juntos podemos conseguirlo todo. Espíritu de equipo, justicia y pasión, representan una nueva era para el Grupo Volkswagen.
Hablando de pasión: ¿qué coche conduce actualmente en privado?
Sigo conduciendo mi 911 Targa y mi Taycan. Pero quiero probar todos los nuevos productos del Grupo Volkswagen. Por eso en Volkswagen valoro mucho las pruebas de conducción por parte de toda la alta dirección. Yo soy fan absoluto del automóvil. Ahora mismo me fascinan los modelos deportivos de Cupra, y evidentemente el ID. Buzz, que conduzco regularmente cuando estoy en Wolfsburg. Hay muchos coches fantásticos de nuestras increíbles marcas.
Una última pregunta: ¿cómo consigue mantener la condición física para este doble trabajo?
Me alegra que lo piense así, pero es verdad, me siento en forma. También se debe a que en mi calendario laboral tan estrechamente planificado siempre encuentro un hueco para correr un rato, aunque sea a la noche. Desconecto bien haciéndolo.