En primera persona

Juan Gómez “Es positivo conocer otros modos de trabajo y gente de muchas nacionalidades”

Juan Gómez, con más de 20 años de experiencia en nuestra fábrica, acaba de concluir una etapa de 22 meses en la fábrica de Volkswagen en Chattanooga (Estados Unidos), donde “todos han oído lo bien que funciona y la alta calidad que tiene en su trabajo Volkswagen Navarra”.

¿Cómo y cuándo llega la posibilidad de trabajar en Chattanooga?
Desde la central en Alemania me llamaron por si me interesaba ir un tiempo a Chattanooga para realizar el mismo trabajo que en Pamplona, como jefe de Auditoría Coche Acabado, ya que el compañero alemán que ocupaba el puesto se jubilaba. Mi nombre estaba en la lista de compañeros cuyo perfil encajaba. Esto fue en septiembre de 2017.

¿Qué funciones y responsabilidades has desarrollado en Chattanooga?Exactamente las mismas que en Pamplona: jefe de Auditoría Coche Acabado, reportando a Alemania y trabajando por la mejora continua en base a los resultados de las auditorías que realizaba cada día mi equipo. Definíamos los temas más importantes, realizábamos seguimiento con los representantes de los talleres, los proveedores… También organizábamos las auditorías de los coches en lanzamiento (preseries), ya que en este tiempo se han lanzado el nuevo Passat, el Atlas Coupé de cinco plazas y el Atlas de siete plazas.

¿Qué características definen a los trabajadores de la fábrica? ¿Similitudes y diferencias respecto a Volkswagen Navarra a la hora de trabajar?
La planta de Chattanooga sólo tiene 9 años. Este factor, más las características de la cultura americana, hacen que se trabaje muy diferente. Los trabajadores de la línea no tienen mucha experiencia y la rotación es muy grande. No existe el concepto de trabajador fijo y, por lo tanto, la implicación con la marca Volkswagen no está tan arraigada como en Pamplona. Cobran por horas y por semana. En la cultura americana el cambio de trabajo es muy normal.
En cuanto a los trabajadores de oficinas, ingenieros y técnicos, sorprende la habilidad que poseen en todos los temas relacionados con los ordenadores y las presentaciones, pero les falta experiencia en los procesos de Volkswagen. En lo relacionado con la calidad, el nivel exigido en Volkswagen todavía cuesta interiorizarlo en los colegas americanos.

¿Qué aspectos de su día a día en la fábrica te han llamado más la atención?
Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es el trato entre colegas, es muy respetuoso. Esto hace que haya que cuidar mucho este tema para no “herir sensibilidades”. Además, la cultura americana de esta zona es muy de hablar, explicar los temas, todos tienen su opinión. En este sentido, a veces es complicado tomar decisiones con rapidez, algo importante en el sector de la automoción. Por otro lado, es cierto que las presentaciones de cualquier tema son de nivel y al detalle, aunque a veces el contenido no aporte las soluciones esperadas. Algo que también me ha llamado la atención es la no distinción de niveles dentro de las oficinas. Nadie lleva corbata, nadie tiene un despacho (ni el director de fábrica), todo son cubículos en grandes oficinas. El trato es también muy informal comparado con Alemania y España.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta actualmente la fábrica de Chattanooga?
Hasta hace 3 años, Chattanooga sólo fabricaba el Volkswagen Passat. En este sentido, el primer reto a corto plazo ha sido el lanzamiento de dos modelos y la fabricación en serie de tres (Passat, Atlas y Atlas Coupé). A medio plazo, el reto es fabricar el coche eléctrico. De hecho, ya han comenzado las obras de una nave de montaje de baterías y la ampliación del taller de Chapistería. El reto añadido es hacer que el proceso productivo funcione de manera “más Volkswagen”, o sea, más estable, más eficiente, de una manera más robusta y con mejor calidad.

¿Qué tal con el manejo del idioma? ¿Todo es en inglés o hay algunos espacios para el alemán? 
El inicio fue duro, tanto por mi nivel inicial de inglés como por el acento del sur que existe en Chattanooga, que tiene sus dificultades añadidas. En la fábrica pocos colegas hablan alemán, las reuniones son casi siempre en inglés y cuando tenemos visitas del Grupo también son en inglés.

¿Cómo ha sido la adaptación a la cultura y a las costumbres estadounidenses?
La cultura es muy diferente y al principio fue duro. Para mi familia el idioma no fue gran problema, pero otros aspectos como ir en coche a todos los sitios o conocer gente fueron más difíciles. Conoces gente, pero no llegas a tener amigos en el sentido que nosotros entendemos ese concepto. El sistema escolar es muy diferente. Y, por supuesto, la comida es uno de los aspectos a los que más cuesta adaptarse. En general, todo lo que ves en las películas es como lo ves en la realidad, y es divertido ver que cada cosa que vas conociendo la acabas con la frase “como en las películas…”.

¿Alguna costumbre del día a día que te ha llamado la atención?
Muchos empleados de oficinas comen en sus mesas de trabajo. Llevar gorra y gafas de protección es obligatorio en los talleres. Además, el pantalón corto es prenda de trabajo en verano. Se promueve mucho en la empresa la igualdad, el respeto, la no discriminación por edad, por sexo, por raza… Hasta límites de no preguntar sobre la edad o el estado civil. A nosotros se nos hace raro.

¿Cómo son los días libres en Chattanooga? ¿Cómo es la zona y la ciudad? ¿Y los planes de ocio?
Esta zona de Estados Unidos tiene mucha naturaleza, hay muchos parques naturales con cascadas, muchos lagos donde ves muchísimos barcos de recreo, zonas para acampar…. La ciudad es algo más grande que Pamplona, con un centro financiero pequeño en la orilla del río Tennessee y, a partir de ahí, una gran extensión con casas. Es el clásico esquema de las ciudades americanas. Además, hay un acuario y varios museos. Para ir al centro necesitas 25 minutos en coche. Las distancias son siempre muy grandes. Ir de excursión un domingo conduciendo tres horas para llegar a tu destino es muy normal. Hemos aprovechado los puentes y las vacaciones para viajar por el país. No eres consciente de lo grande que es Estados Unidos hasta que planificas tus salidas y necesitas 26 horas para llegar a una ciudad. Entonces decides ir en avión y, cuando has recorrido miles de millas, ves que sólo has visitado una pequeña esquina del país. Por ejemplo, para ir a la playa necesitas siete horas en coche, para ir a Nashville (capital de Tennessee) necesitas dos horas y media, y así, todo.

¿Conocen Volkswagen Navarra? ¿Qué imagen tienen del trabajo que se realiza en Europa y concretamente en Navarra?
En la fábrica sí conocen Volkswagen Navarra. Todos han oído lo bien que funciona y la alta calidad que tenemos en el trabajo. Además, algunos compañeros de Pamplona han tenido su experiencia en Chattanooga y han dado a conocer nuestra planta. Son conscientes de que en las fábricas europeas los indicadores son mejores y que les queda camino por recorrer para llegar a nuestros niveles. Saben que somos más disciplinados y centrados en nuestra tarea de hacer coches.

¿Alguna cosa que hayas echado de menos especialmente del día a día de Volkswagen Navarra y de Pamplona?
Los procedimientos estandarizados de Pamplona no lo son tanto en Chattanooga, se echa de menos la claridad en la tarea de cada uno y su responsabilidad. Aquí esto se diluye un poco y esto hace que la mejora de la calidad sea más lenta. La relación con los colegas es diferente. En Pamplona somos más directos y claros en la comunicación, esto se echa de menos.

Tras casi dos años de trabajo en el extranjero, ¿qué aspectos positivos tiene, en tu opinión, poder trabajar una temporada en otro país?
Lo positivo es conocer otros modos de trabajo y gente de muchas nacionalidades, ya que en Chattanooga trabajan conjuntamente americanos, brasileños, mejicanos, alemanes e, incluso, personas procedentes de países como República Checa o Venezuela. Es muy interesante la comparación de modos de trabajo a pesar de ser plantas del mismo consorcio. Hay aspectos en los que echas de menos la forma de trabajar de Pamplona, como el enfoque al proceso productivo y a la calidad.